Hoooooola, buenas noches!!!
Cuantísimo pero que cuantísimo tiempo sin pasar por aquí!! y justo decido pasarme ahora, cuando en breve, menos tiempo voy a tener... pero bueno, así me hago un propósito en firme y me obligo a "repostear" más a menudo..
Por ahora, os voy a contar la historia de estos pasteles de arroz, que tiene su origen en Bilbao pero que no llevan arroz. Esta receta, es fácil, fácil, fácil de hacer y el resultado es riquísimo. Es de esos dulces que tardas más en pensar que los vas a hacer que en hacerlos..
Como os he comentado, el origen de este pastel es Bilbao y aunque hay varias teorías sobre su procedencia, parece ser que la más fiable es la que cuentan los marineros bilbaínos, que atribuyen el origen de este delicioso pastel a Filipinas, donde los hacían con harina de arroz. Traída esta receta por los marineros que hacían la carrera de Indias a Bilbao, fue sustituida la harina de arroz por harina de trigo, y es aquí donde reside la paradoja de este dulce, que ha mantenido su nombre original de "pastel de arroz", sin que cuente con este ingrediente en su elaboración.
Bueno, y ahora, después de aprender un poquito, pasamos a la receta:
* Ingredientes:
- 100 grs de mantequilla sin sal derretida ( en el microondas)
- 1 envase de 200 ml de nata (yo uso nata para montar)
- 1 medida del envase de nata de leche entera
- 2 huevos
- 6 cucharadas soperas de azúcar
- 4 cucharadas soperas rasas de harina de maíz (Maizena)
* Para la base:
- 1 paquete de obleas de empanadillas ó
- 1 lamina de hojaldre ó
- 1 lamina de masa quebrada
El pastel original tiene su base con hojaldre, pero yo he probado (para la tarta) tanto hojaldre como masa quebrada y queda muy rica con cualquiera de las dos opciones. Si decidís hacer pasteles individuales, las obleas de empanadillas tienen el tamaño ideal.
* Preparación:
Precalentamos el horno a 180º.
Empezamos añadiendo a una jarra o cuenco donde podamos batir, la mantequilla, la nata, la leche, los dos huevos enteros, el azúcar (la cucharada ni muy llena ni poco, normales), y la maizena (aquí si que os recomiendo que sean cucharadas rasas, para que la mezcla tenga la textura perfecta).
A continuación, trituramos con la batidora hasta obtener una crema fina y homogénea.
Una vez que tengamos la crema, preparamos el molde, si queremos hacer tarta (el mío es un molde redondo de unos 20 centímetros). Para ello untamos con mantequilla el molde y retiramos el exceso con un papel de cocina. A continuación ponemos la lamina (de hojaldre o de masa quebrada) horneamos durante 10 minutos (solo la base). Pasado este tiempo, sacamos del horno y añadimos la crema y horneamos de nuevo, durante al menos 40 minutos, pero vigilando siempre el horno, que cada uno es un mundo!
Si optáis por los pasteles en formato individual, pondremos las obleas dentro de una bandeja de cupcakes que previamente habremos untado con mantequilla y retirado el exceso. Si no tenéis bandeja de cupcakes, podéis usar las flaneras desechables que venden en cualquier supermercado. colocáis las obleas de forma bonita dentro del molde y a continuación, añadís la crema. Llevamos al horno durante 30 minutos.
Dejamos enfriar (este paso es, con diferencia, el más difícil) y a comer!!
Si queréis podéis poner azúcar glass por encima pero para mi gusto, están perfectas tal cual.
En serio, tenéis que probar esta receta. Esta riquísima y se prepara en un momento! Ya me contareis!!